Esta festividad, organizada por la Asociación Rumiñahui en colaboración con el distrito de Ciudad Lineal, ha sido reconocida por la junta municipal como un evento de interés turístico, destacando su importancia en la promoción de la diversidad y la cohesión social en la capital española.

El evento contó con la presencia de Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura, Turismo y Deporte, y Nadia Álvarez, concejala de Ciudad Lineal, quienes acompañaron a la comunidad ecuatoriana y a los vecinos del distrito en esta celebración. La jornada estuvo marcada por un ambiente festivo y multicultural, donde la música, las danzas tradicionales y las actividades infantiles se combinaron para ofrecer una experiencia inolvidable.

Uno de los momentos más destacados fue el gran pasacalles que recorrió la calle Hermanos García Noblejas, culminando en los jardines de José Couso Permuy y Julio Anguita Parrado. Más de 1.300 personas, en su mayoría de origen ecuatoriano, participaron en las comparsas y grupos de danza, mostrando la riqueza cultural no solo de Ecuador, sino también de otros países como Chile, Paraguay, Perú, Honduras, México y Bulgaria.

Nadia Álvarez subrayó la importancia de esta celebración, mencionando que “Ciudad Lineal es uno de los distritos con mayor presencia de ecuatorianos en Madrid. Nos reunimos aquí para disfrutar de su cultura, de su arte, de sus bailes, de su historia y de su gastronomía”. Por su parte, Marta Rivera de la Cruz resaltó que esta festividad es una muestra del “mestizaje de la ciudad de Madrid, de la integración y de cómo las distintas comunidades celebran aquí sus fiestas”.

Para los ecuatorianos residentes en Madrid, esta celebración no solo es una forma de mantener vivas sus tradiciones, sino también de compartirlas con la comunidad española y otras nacionalidades, fortaleciendo los lazos de amistad y respeto mutuo. La fiesta del Día Nacional de Ecuador se ha convertido en un símbolo de la integración y el enriquecimiento cultural que caracteriza a Madrid, una ciudad que acoge con los brazos abiertos a todos sus habitantes, independientemente de su origen.