El ecuatoriano Richard Carapaz finalizo la Vuelta en la segunda plaza del podio de Madrid, instalado junto al símbolo de la ciudad, la Plaza de Cibeles, poniendo broche a una jornada emocionante, en la que el ciclista carchense disfrutó viendo «muchas banderas de Ecuador» y sintiéndose arropado bajo el calor de todos sus compatriotas que con gran euforia coreaban el nombre del ciclista ecuatoriano, «Vamos Richi» se escuchaba desde las veredas, que lucían llenas, mientras Carapaz mostraba su trofeo. Separado por vallas de seguridad, el deportista aprovechó para correr con una bandera ecuatoriana para festejar junto a sus compatriotas. Carapaz además tuvo el apoyo de su esposa, Tania Rosero, que lo esperó en la meta.
El ciclista de 27 años publicó una foto con ella en su cuenta de Instagram, agradeciendo por su presencia. Se tenía previsto que tras la carrera, un grupo de danza conformado por migrantes ecuatorianos rindiera un homenaje a Carapaz y a su equipo, pero según informó el periodista Mario Sabato, el evento se canceló por medidas de bioseguridad.
«Me voy contento de la Vuelta, he vivido el final con mucha ilusión, por el recorrido he visto muchas banderas de Ecuador, ha sido precioso. He sentido un respaldo especial, momentos muy bonitos».
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