El capitán de la Policía Nacional de Ecuador, Marcelo Segovia Herrera, se ha propuesto un desafío que va más allá de las exigencias de su profesión: conquistar la cima del Monte Everest, la montaña más alta del mundo, sin la ayuda de oxígeno suplementario. Este ambicioso objetivo lo ha posicionado como un referente de resiliencia y determinación para Ecuador y toda Latinoamérica.
Con 40 años, 16 de ellos dedicados a la Policía y siendo miembro e instructor del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Segovia no es ajeno a los retos físicos y mentales. Su pasión por el montañismo comenzó con la escalada del Cotopaxi, el segundo volcán más alto de Ecuador, a 5.897 metros. Ahora, el Everest, con sus imponentes 8.848 metros, es su siguiente gran meta.
La particularidad de su expedición reside en su decisión de intentar el ascenso sin oxígeno embotellado. Una hazaña que, según expertos, reduce drásticamente las probabilidades de éxito y expone al montañista a condiciones extremas aún más severas. Marcelo, conocido también como “Payo Marce”, ha expresado que este es su mayor reto, una demostración de que con la preparación adecuada y la mentalidad correcta, los límites pueden ser superados.
Preparación Rigurosa y Apoyo Institucional
La preparación de Marcelo ha sido exhaustiva y planificada con meses de antelación. Ha llevado a cabo entrenamientos de aclimatación a 8.100 metros, lo que le ha permitido probar su capacidad física y mental en condiciones de alta altitud. Este proceso es crucial para su éxito, ya que el cuerpo debe adaptarse a la escasez de oxígeno para evitar el mal de altura.
Su travesía cuenta con el respaldo de la Policía Nacional del Ecuador a través de la Federación Deportiva Policial Ecuatoriana (FEDEPOE), que le brinda apoyo en sus horarios de entrenamiento. Además, Segovia ha buscado y obtenido el respaldo de auspiciantes y ha sido reconocido por autoridades locales, como el municipio de Valencia, lo que subraya la trascendencia de su hazaña para el país.
Inspiración Más Allá de la Cima
Marcelo Segovia Herrera no solo busca conquistar una cumbre; su expedición es un mensaje de inspiración. Su valentía, disciplina y el compromiso de llevar en alto el nombre de su país y de la Policía Nacional, son un ejemplo para futuras generaciones. Su historia resalta la importancia de la perseverancia y la capacidad humana para desafiar lo imposible.
Mientras Marcelo se prepara para los últimos tramos de su ascenso en mayo de 2025, el Ecuador y la comunidad montañista internacional siguen de cerca cada uno de sus pasos, deseándole el mayor de los éxitos en este desafío histórico.
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