Jorge Célico, entrenador de la Tri Sub 20, hizo una promesa antes de viajar a Polonia. Quería llegar lo más lejos que se podía en el torneo de la FIFA. Sus anuncios, desde Quito, siempre fueron claros hacia la prensa, pero sobre todo puerta adentro, hacia el grupo: “Al Mundial vamos a ir a competir, somos campeones sudamericanos y tenemos que ser protagonistas”, repetía, una y otra vez. En enero, el equipo juvenil rompió paradigmas al quedarse con el título Sudamericano en el torneo de Chile. Ayer (8 de junio del 2019), en Polonia, volvió a quebrar el molde: se clasificó a las semifinales del Mundial Sub 20, un hito que jamás otra selección nacional había logrado.
El equipo venció 2-1 a Estados Unidos, en un partido en donde hubo ansiedad e impaciencia, pero también buenos momentos de juego, en donde Ecuador se sintió cómodo trasladando la pelota y generando opciones. José Cifuentes, a los 30 minutos, y Jhon Espinoza, a los 43, marcaron para la Selección, mientras que Tim Weah, en el mismo primer tiempo (minuto 36’) puso el tanto de los norteamericanos. El VAR esta vez estuvo de parte de la Tricolor.
En el minuto 43, luego de instantes de incertidumbre, el colegiado francés Benoit Bastien validó el segundo gol tricolor anotado por el capitán Espinoza, quien se barrió en el área para empujar con su cuerpo el balón a las mallas. La jugada era polémica, pero luego de las repeticiones se confirmó que la posición del lateral del Aucas era absolutamente lícita. Veloces traslados del balón y capacidad para sufrir Estados Unidos había dejado en el camino a Francia y se mostraba como un rival de cuidado, que podía lastimar en los últimos metros.
La estrategia de Célico y su cuerpo técnico fue tener el balón y moverlo con velocidad por el frente de ataque en búsqueda de espacios para lastimar al rival. Los remates desde fuera del área también eran bienvenidos: probó Cifuentes con su gol y también lo hizo el siempre explosivo Gonzalo Plata, un jugador cada vez más impredecible para los rivales. Uno de los mejores hombres en la zaga de la Tri fue Jackson Porozo. El jugador del Santos FC estuvo atento para anticiparse a las jugadas de los rivales. Aportó también en ataque. En el segundo tiempo mandó un cabezazo al travesaño del arco defendido por David Ochoa. Ecuador no tuvo problemas para llegar con claridad al área rival. Ayer demostraron una vez más que esas sociedades entre Gonzalo Plata, Alexander Alvarado y Cifuentes pueden complicar a cualquiera.
El tanto llegó al minuto 30, de una jugada de contragolpe. Cifuentes recuperó el esférico por el costado izquierdo y emprendió carrera sacándose a dos rivales mientras se acomodaba para un remate de media distancia. El tanto fue celebrado por toda la banca de suplentes. Célico abrazó al mediocampista del América de Quito. Le dio un par de indicaciones y le sonrió, como en señal de agradecimiento.
El tanto fue un premio a su esfuerzo del esmeraldeño que ha sido titular en todos los partidos y uno de los que más minutos acumula en el medio campo (440). La celebración duró poco. Al minuto 36, después de un error defensivo en un tiro de esquina, Weah marcó el empate 1-1. Leonardo Campana perdió la marca y Gustavo Vallecilla no pudo con el hijo del exbalón de Oro, George Weah, quien sacó un remate potente que no pudo contener Moisés Ramírez. Cerca del descanso, en el minuto 43, reapareció Ecuador. Plata remató al arco y el esférico golpeó en uno de los travesaños. Campaña recuperó la posesión y centro para Espinoza, quien llegó sin marca alguna y marcó. En este tanto hubo doble celebración.
La primera, instantánea y la segunda, después de que el VAR indicara al francés Benoit que era gol para los campeones sudamericanos. Célico y su cuerpo técnico se tomaban la cabeza. Los jugadores ecuatorianos esperaban una respuesta favorable. Fueron dos minutos de angustia que se disiparon con el abrazo y la segunda celebración del tanto. En el segundo tiempo, el equipo esperó. Aguantó 15 minutos y luego salió con todo para liquidar a un rival que también mostró fortaleza para hacer daño. Hubo un disparo al travesaño y dos jugadas que pudieron liquidar el pleito. Al final, con el pitazo del árbitro galo, los jugadores se arrodillaron y el cuerpo técnico se abrazó en señal de victoria. Hicieron historia. Por primera vez, un equipo nacional ecuatoriano llega tan lejos. La Tricolor Mayor estuvo en los octavos de final del Mundial de Alemania, en el 2006. En tanto, en la categoría Sub 17, Ecuador estuvo en los cuartos de final de las Copas de 1995 (realizada en el país) y en el 2015, en el certamen realizado en Chile.
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