“Las personas se están muriendo en medio de las calles”, lamenta Laura, una joven española que está de voluntariado en Ecuador, uno de los países de América Latina más castigados por el coronavirus.
La pandemia llegó a Ecuador el 29 de febrero con un caso importado desde España, cuando una mujer infectada retornaba a su país desde Madrid. Ahora, los ecuatorianos se enfrentan a una situación que empeora cada día y que tiene a los hospitales saturados y con recursos insuficientes para hacer frente a los cientos de infectados que reciben todos los días.
Según los datos proporcionados por el gobierno de Lenín Moreno, hay ya 9.468 contagiados confirmados y más de 474 fallecidos, cifras que no incluyen los fallecimientos probables, otros 731, o el incremento desproporcionado de decesos en la provincia de Guayas, que alberga el 45,4% del total nacional.
En Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, la pandemia está golpeando duramente a la población, tremendamente empobrecida. “Las personas se están muriendo en medio de las calles, se desploman, llaman a emergencias y nadie les atiende, ni siquiera te dan respuesta”, denuncia Laura, contando que “están conviviendo con los cadáveres en sus casas” y que no se están contabilizando como víctimas del Covid-19 “porque no se les ha hecho la prueba”.
Tras revelarse decenas de imágenes y vídeos realmente duros, Moreno finalmente ha admitido que la situación es grave, y es que, solo en las últimas dos semanas, ya han recogido más de 1.400 cuerpos en hospitales y hogares de la localidad.
#COVID19 |Guayaquil. Sauces II.
“Mi hermano acaba de fallecer. No hay ambulancias. Uno no se puede morir ahora”. Frente al cuerpo de Carlos de 37 años, peregrinó con tos seca por hospitales de la ciudad sin recibir atención, cayó muerto en la entrada de la casa de su madre.
Una población empobrecida
Esta ciudad, situada en la provincia de Guayas, es el epicentro del brote en el país y alberga el 70% de los casos positivos. Ante la saturación de los servicios sanitarios y funerarios, muchas familias mantienen los cuerpos de familiares fallecidos en sus casas durante días, a la espera de que vengan a recogerlos. “Tramitar una crisis de una pandemia aquí es muy complicado, ya que, en Guayaquil, tres cuartas partes son chabolas, el pueblo es totalmente pobre y viven del día a día”, explica la voluntaria.
“La comida se acaba y su precio se ha cuadruplicado”
El sector más pobre de la población está siendo duramente azotado por el coronavirus y sus consecuencias, ya no solo por el dolor de la pérdida de seres queridos, sino por las dificultades económicas que ya sufrían y que se están viendo agravadas por esta crisis. “En mi barrio, la mayoría de farmacias y comercios pequeños están cerrados para evitar los saqueos o, porque, debido a la inflación, no pueden comprar para vender ellos siquiera. La comida se acaba y su precio se ha cuadruplicado”, cuenta Laura, cuyo nombre real ha querido mantener en anonimato.
“No hay un guayaquileño que no conozca a alguien que murió cerca de él”
El ambiente, sobretodo en la provincia de Guayas, es de inquietud e intranquilidad. “Todos tenemos miedo. Es como si de la noche a la mañana todo se haya convertido en una nube negra”, relata Blanca Moncada, periodista local de Guayaquil. “No hay un guayaquileño que no conozca a alguien que murió cerca de él”, confiesa, contando que ella ha perdido a su tío, a un compañero de trabajo y a seis vecinos por el coronavirus. “Son demasiados los que se han ido, y lo que más me preocupa es que los están dejando morir”, denuncia.
Sistema sanitario desbordado
Con un sistema de salud sobrecargado y una infraestructura hospitalaria deficiente, los sanitarios no dan abasto y su labor se ve dificultada por la falta de medidas, medicamentos y material de protección frente al virus.
Según Pablo Araújo, analista político y activista por los derechos humanos, una de las causas de la saturación del sistema de salud ha sido la falta de previsión y no haber tomado las medidas adecuadas en cuanto se conoció el primer caso. Moncada coincide y asegura que, al inicio de la crisis, “muchos ecuatorianos llegaron de todas partes del mundo, se reunieron y el virus se descontroló”, explica, en relación a los eventos deportivos y fiestas privadas que no se cancelaron pese a la amenaza del virus.
“El sistema sanitario se ha colapsado tanto, que es un milagro conseguir atención”
Ahora, cumplen un mes desde que se decretara el estado de excepción que mantiene a los ecuatorianos en aislamiento obligatorio con toque de queda y, según cuenta la periodista “el sistema sanitario se ha colapsado tanto que es un milagro conseguir atención”.
Asolados por el abandono
Cientos de ecuatorianos han ido denunciado el abandono que sufren quienes se han contagiado y los familiares de los fallecidos. La mayoría no está recibiendo atención médica y, cuando consiguen concertar una cita, se la programan para dentro de un mes. Además, según afirma el analista político, “la poca claridad de los protocolos para el levantamiento de los cadáveres” ha provocado una situación insostenible en las calles de la provincia de Guayas, donde ni siquiera se investiga la causa de muerte, por lo que no constan en los datos de fallecidos por coronavirus registrados por el gobierno.
De los más Datesco.
En #Guayaquil #Ecuador una mujer pide ayuda a las autoridades, ya que el cadáver de su esposo fallecido por #Covid19, permanece en su casa y no le dan repuesta para su traslado. No puede salir de su casa tampoco, por la cuarentena.
Ante esta situación, Blanca Moncada decidió recopilar todas las denuncias para mandárselas al gobierno municipal y contribuir a una mayor transparencia en las cifras para tener una base de datos verificada. “Noté que muchísimas denuncias llegaban a los grupos de prensa de ‘WhatsApp’. Eran capturas, videos, publicaciones de redes”, cuenta la periodista a 20minutos, explicando que, para que no se dispersara toda la información, la ha ido recopilando en un hilo de Twitter en el que cuenta las historias de cada familia, con quien contacta para conocer su caso.
En este hilo, para ayudar, publicaré a todos los cadáveres a los que no han recogido.
Economía en deterioro
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha advertido que América Latina se enfrenta a “una profunda recesión” debido al COVID-19. Ecuador, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), será el segundo país del continente -después de Venezuela- que tendrá que afrontar la crisis económica más pronunciada.
“Tras un mes desde que el virus llegara a nuestro país, ya empiezan a verse los efectos económicos a nivel nacional”, explica Pablo Araújo. “Sin ingresos, las familias, sean servidores públicos o empleados privados, verán cómo su poder adquisitivo caerá y afectará gravemente a la economía en general. Será un efecto dominó que, si no se contiene, dará lugar a una gran recesión económica en el país”, añade.
Crisis de credibilidad
Esta crisis afectará gravemente al país, que ya se veía sumido en una crisis de credibilidad y descontento por parte de varios sectores que ya protagonizaron manifestaciones y protestas a finales del 2019, contra el paquete de medidas de austeridad anunciado por Lenín Moreno y derogado tras los disturbios.
“La crisis de la pandemia ha abonado un poco más a la mala imagen que ya se tenía del gobierno de Lenin Moreno”, afirma Araújo, recordando que las próximas elecciones se llevarán a cabo en 2021. “Cuando la crisis se ahonde en las familias habrá nuevas movilizaciones”, asegura el técnico especialista en políticas públicas de la Defensoría del Pueblo de Ecuador.
Según asegura, a pesar de que el gobierno de Lenín tratará de evitar la agitación entre la ciudadanía para no ver afectada su candidatura, será inevitable, “y posiblemente habrá quien pesque a río revuelto”, asegura, en referencia a quienes verán en la situación de descontento y desorden una oportunidad. “El país está a la deriva y costará volver a navegar y tomar el curso adecuado”, concluye.
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