El científico francés Philippe Charlier realiza estudios de la Momia de Guano,
La ‘Momia de Guano’, ciudad situada en el centro andino de Ecuador, puede ser el eslabón perdido que permita comprender la expansión en Europa de la poliartritis reumatoide, según unos primeros estudios en Quito del científico francés Philippe Charlier. De 42 años, Charlier, especializado en el análisis de vestigios humanos antiguos y momias, ha participado en proyectos de investigación de los restos de Adolf Hitler, en Moscú, así como en estudios de los restos de Juana de Arco y la reconstitución del rostro de Maximilien Robespierre, entre otros. Charlier llegó a Ecuador para estudiar la llamada Momia de Guano y en su primer acercamiento el martes 29 de enero del 2019 detectó que los restos tenían deformaciones en dedos de manos y pies, típico de la poliartritis reumatoide.
“Es una enfermedad originaria de América Latina y este puede ser el caso más antiguo descubierto con esta enfermedad”, cuyo origen puede ser algo genético o infeccioso, dijo. Y por ello, esta momia puede ser el “eslabón perdido que nos permita conocer mejor el origen y la historia natural de esta enfermedad”, que llegó a Europa a través de los conquistadores. Estudios determinan que en la época de la conquista había “muchísimos” casos de poliartritis reumatoide en América y en paralelo “rarísimos” casos en Europa y Asia, comentó. “Vamos -agregó- a buscar la confirmación de la enfermedad y estudios genéticos para conocer la región de origen del hombre, por qué desarrolló la enfermedad y qué otras enfermedades tuvo que pudieron favorecer el desarrollo de la poliartritis reumatoide”. Durante 45 000 años Europa y América evolucionaron de forma paralela, así como las enfermedades y “este hombre corresponde posiblemente a un momento en el que los dos mundos se encontraron e intercambiaron los gérmenes”, sostuvo. Con sus estudios, Charlier intentará corroborar si efectivamente se trata de los restos del franciscano español Fray Lázaro de Santofimia de unos 45 años (siglo XV o XVII), hallados entre las paredes del antiguo convento de la Asunción que cuidaba. Bajo la batuta del francés, se harán tomografías, análisis de muestras de cabello, genéticos, fibroscópicos y toxicológicos para determinar también las formas de vida del siglo XVI en la provincia andina de Chimborazo. A tenor de una fístula de unos seis milímetros en el mentón izquierdo, que corresponde a la salida de pus de un absceso voluminoso a nivel de la mandíbula, el experto concluyó que un problema dental fue la causa de la muerte. Estudio que profundizará con varios análisis, entre ellos las tomografías realizadas el martes en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
“Es como si ha salido del siglo XV o XVII para dejarnos un mensaje: aquí está mi historia, mi vida”, comentó Charlier, que suscribirá con el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural un convenio para continuar con el estudio de la momia y otros restos en para tratar de entrar por esa ventana al pasado para entender mejor el presente.
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